Históricamente, en las relaciones entre Perú y Bolivia, han existido períodos de hermanamiento como también etapas de alejamiento. El origen e historia común respalda la relación de países hermanos, lo que es un imperativo moral para seguir fortaleciéndola. Sin embargo, esto no niega que, lamentablemente, la desconfianza haya sido un sentimiento recíproco durante buena etapa de la historia común. En el caso del Perú, de cierta forma se atribuye a Bolivia el ingreso a la Guerra del Pacífico y sobre todo, se resiente su temprano retiro de la misma, así como su interés por el puerto de Arica. En el caso de Bolivia, la lógica negativa del Perú de que se le entregue Tacna y Arica en las negociaciones inmediatamente posteriores a la Guerra con Chile y la suscripción del tratado de 1929, asentaron, según autores bolivianos, la desconfianza hacia el Perú